Obra narrativa
El propio autor agrupó sus
novelas, un poco arbitrariamente, en nueve trilogías y dos tetralogías, aunque es difícil distinguir en algunas de ellas qué elementos pueden tener en común:
Tierra vasca,
La lucha por la vida,
El pasado,
El mar,
La raza,
Las ciudades,
Agonías de nuestro tiempo,
La selva oscura,
La juventud perdida y
La vida fantástica.
Saturnales pertenece en su temática a la
Guerra civil y permaneció inédita a causa de la
censura franquista, publicándose las dos últimas novelas de la serie en el siglo
xxi.
Una serie de novelas de la última etapa de la vida del escritor no fue recogida en trilogías y se las suele llamar «novelas sueltas» porque el autor no llegó a escribir las que faltaban por causa de la vejez y la censura (especialmente en las que trataban la Guerra Civil) principalmente: Susana y los cazadores de moscas (1938), Laura o la soledad sin remedio (1939), Ayer y hoy (publicada en Chile en 1939), El caballero de Erlaiz (1943), El puente de las ánimas (1944), El hotel del Cisne (1946) y El cantor vagabundo (1950).
El hotel del Cisne sería la primera pieza de otra inconclusa trilogía que llevaría por nombre
Días aciagos. En cuanto a
Saturnales, trilogía sobre la Guerra civil, llegó a escribirla entera, pero la
censura franquista impidió la publicación de dos de las novelas que la integraban; la llegada de la democracia posibilitó que se imprimieran; son
Miserias de la guerra (2006), y
Los caprichos de la suerte (2015).
Entre 1913 y 1935 aparecieron los veintidós volúmenes de una larga
novela histórica,
Memorias de un hombre de acción, basada en la vida de un antepasado suyo, el conspirador y aventurero liberal y masón
Eugenio de Aviraneta (1792-1872), a través del cual refleja los acontecimientos más importantes de la historia española del siglo
xix, desde la
Guerra de la Independencia hasta la regencia de María Cristina, pasando por el turbulento reinado de
Fernando VII. Constituye una amplia serie de
novelas históricas comparable a los
Episodios nacionales de
Benito Pérez Galdós y aproximadamente sobre el mismo periodo histórico, aunque el escritor canario escribió casi el doble de novelas que el escritor vasco y Baroja se documentó con tanto rigor como el propio Galdós, aunque su estilo es mucho más impresionista. Son las siguientes:
El aprendiz de conspirador (1913),
El escuadrón del «Brigante» (1913),
Los caminos del mundo (1914),
Con la pluma y con el sable (1915), que narra el período en que Aviraneta fue regidor de
Aranda de Duero,
Los recursos de la astucia (1915),
La ruta del aventurero (1916),
Los contrastes de la vida (1920),
La veleta de Gastizar (1918),
Los caudillos de 1830 (1918),
La Isabelina (1919),
El sabor de la venganza (1921),
Las furias (1921),
El amor, el dandysmo y la intriga (1922),
Las figuras de cera (1924),
La nave de los locos (1925, en cuyo prólogo se defiende de las críticas hacia su forma de novelar vertidas por
José Ortega y Gasset en
El Espectador),
Las mascaradas sangrientas (1927),
Humano enigma (1928),
La senda dolorosa (1928),
Los confidentes audaces (1930),
La venta de Mirambel (1931),
Crónica escandalosa (1935) y
Desde el principio hasta el fin (1935).
En 1938 publicó en la editorial Reconquista
Comunistas, judíos y demás ralea, libro formado por fragmentos de obras y artículos de Baroja anteriores a 1936, pero también contremporáneos a la
Guerra civil, donde se muestra hostil a la democracia y a la política en general.
Baroja publicó también cuentos, recogidos al principio en
Vidas sombrías (1900) y después en
Idilios vascos (1902). Asimismo, fue un asiduo del género memorialístico y autobiográfico (
Juventud, egolatría, 1917 y los ocho volúmenes
Desde la última vuelta del camino, compuestos por
El escritor según él y según los críticos, 1944;
Familia, infancia y juventud, 1945,
Final de siglo XIX y principios del XX, 1946;
Galería de tipos de la época, 1947;
La intuición y el estilo, 1948;
Reportajes, 1948;
Bagatelas de otoño, 1949; y
La Guerra civil en la frontera, 2005).
38 Además redactó un par de
biografías:
Juan van Halen, el oficial aventurero (1933) y
Aviraneta o la vida de un conspirador (1931);
ensayos como
El tablado de Arlequín (1904),
La caverna del humorismo (1919),
Momentum catastrophicum (contra el
nacionalismo vasco),
Divagaciones apasionadas (1924),
Las horas solitarias,
Intermedios. Vitrina pintoresca (1935),
Rapsodias. Pequeños ensayos,
El diablo a bajo precio,
Ciudades de Italia,
La obra de Pello Yarza y otras cosas,
Artículos periodísticos y algunas obras dramáticas:
Nocturnos del hermano Beltrán,
Todo acaba bien... a veces,
Arlequín, mancebo de botica,
Chinchín, comediante y
El horroroso crimen de Peñaranda del Campo.
Fuente: https://cutt.ly/xePWlcm